Que se mueran los feos
Que no quede ninguno, ninguno, ninguno,
ninguno de ellos. Que las ministras abandonen sus inquietudes políticas y posen
todas las semanas para Vogue y Marie Claire. Que los taquilleros del Metro sean tíos de postín,
bíceps armados y pectorales a lo Tarzán. Que el cupón
de la ONCE siga siendo un ensayo sobre la ceguera, sin Saramago,
pero con chicas diez vestiditas con sal y pimienta. Que en los descansos de los
partidos de baloncesto salten animadoras tetonas para poner bruto al personal.
Que el cobrador del frac sea un Rodolfo Valentino
galáctico, perverso y cachondón. Que las becarias de
la Casa Blanca rebosen belleza, y presenten medidas oficialmente
espectaculares. Que las becarias del Congreso de los Diputados, si las
hubiere, copien a las de la Casa Blanca.
Que los marines que se desplacen a Irak sean bomboncitos dispuestos a ser
derretidos por un coche bomba. Que ZP se depile como los egipcios y se acicale
a conciencia. Que Rajoy se haga un lifting, se
rasure las greñas faciales y se ennoblezca con rimel. Que despidan a los
albañiles panzones y sudorosos. Que se exija a los curas una limpieza de cutis
al mes. Que fulminen laboralmente a los periodistas poco agraciados. Que sean
bellezas esculturales quienes presenten los telediarios. Que Sardá se pinte la raya de los ojos. Que el Defensor del
pueblo se arregle y adecente su pelo beethoviano. Que
Ronaldinho se lime los dientes. Que Martínez Pujalte se deje de malabarismos capilares y se coloque un
bisoñé pelirrojo. Que las empleadas de banca luzcan minifaldas y medias de
rejilla. Que los pasteleros pasen del metro noventa. Que se encierre a los
filósofos, por feos, que no se salva ni uno (Savater,
Bueno, Sádaba, Marina...). Que caiga sobre los
cejijuntos una agorafobia inmisericorde que nos libre de ellos. Que se les
contagie ese mal a los cabezones culogordos. Que se
castigue en los colegios a los pecosos. Que los cirujanos pasen del bisturí y
deleguen sus funciones en modelos de
pasarela. Que las monjitas de la caridad echen mano del cuero y las tachuelas y
se dejen de tanta prenda muda. Que Putin se estire el
careto como Berlusconi. Que Bush pase por el
quirófano. Que Kerry se rebaje la barbilla. Que Ronaldo haga abdominales hasta
la extenuación. Que Fraga se meta en la máquina del tiempo. Que sólo los guapos
puedan repartir las bombonas del gas. Que se prohíba el tránsito público a quienes tengan orejas de soplillo. Que los
domadores de leones sean apuestos y gráciles chicos en virginal estación. Que
se establezca un estado de excepción para las señoras que usen
una talla de falda superior a la 44.
Que sólo las rubias peligrosas
puedan trabajar en El Corte Inglés. Que los premios Nobel no acaben en manos
de vejestorios. Que Arzalluz se pase al Biomanán. Que se
imponga a la fuerza una asignatura dedicada al culto a “La señorita Pepis”
en los colegios. Que Cher
figure en el santoral. Que el presidente del Gobierno sea cirujano plástico.
Que los bodegueros repartan gratis aperitivos light.
Que María Teresa Campos se ponga a dieta o dimita. Que Terelu
se ponga a dieta y dimita.
Que
bellas modelos sustituyan a los recogepelotas en los torneos de tenis.
Que se mueran los feos. Que se mueran...
Adiós, mundo cruel.
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